Mientras Brasil vive el luto de tres días declarado este domingo por el incendio de la discoteca en la que murieron 233 personas, las autoridades comienzan ya a buscar responsabilidades, a pesar de que la investigación aún está en curso.
Según informa el diario "Zero Hora", la fiscalía estaría estudiando procesar a los dueños de la discoteca Kiss, a la banda que originó el fuego y a otros involucrados en la tragedia, agravada, al parecer, por una cadena de negligencias. Como había informado horas antes un responsable de la investigación, la banda Gurizada Fandangueira podría ser acusada de homicidio imprudente, y el Ministerio Público estudia pedir prisión también para los demás imputados.
El incendio se originó por la bengala que uno de los integrantes de la banda encendió durante su presentación y, según relatan los testigos, las chispas prendieron en la espuma que actuaba de aislante en el techo del local, provocando el fuego tóxico que causó la muerte de al menos el 90% de las víctimas.
Ni la capacidad del establecimiento ni el número de personas que se encontraban en la discoteca han sido establecidos por las autoridades, mientras los supervivientes hablan de cifras que oscilan entre 400 y 2.000 personas presentes en el lugar.
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