Repaso a la liga
ACTUALIDAD
MÁLAGA, 1 – BARCELONA, 3:
Los goles de Messi y Cesc Fàbregas permitieron al Barcelona sumar otros
tres puntos en su imparable y majestuoso camino al título. Al tiempo,
les alcanza a los de Vilanova para firmar la mejor primera vuelta de la
historia de la Liga, invictos y con 55 puntos, superando el de la
temporada 2010-2011, con Guardiola, cuando sumaron 52 puntos. Volvió
Tito a sentarse en el banquillo, solucionados los temas personales que
le privaron de asistir al duelo contra el Córdoba, el jueves en Copa, y,
como entonces, aunque cambió varias piezas, el equipo funcionó otra vez
como un reloj, ante un equipo que le encaró desde el buen gusto. No
podía ser de otra manera si la idea lleva la firma de Pellegrini. Pero
con eso tampoco alcanza este año para parar al Barcelona.
El empate (0-0) del sábado en el viejo Sadar hundió al Madrid un poco
más profundamente en una depresión que desconcierta a la hinchada pero
que no sorprende ni a los jugadores ni a los directivos, que lo vieron
venir. Cumplida la primera ronda de la Liga, con 19 partidos disputados,
el Madrid de Mourinho nunca había tenido menos puntos (37 frente a los
49 del año pasado y los 48 de 2011). Para encontrar una temporada con
menos puntuación hay que remontarse a la 2005-2006, antes de que la
depresión económica partiera al fútbol español, cuando al Madrid lo
sacudían los bandazos institucionales y Wanderley Luxemburgo, el
entrenador, no pasó de los 33 puntos a estas alturas del campeonato.Tras el empate ante Osasuna, son ya 12 puntos menos que el curso pasado
Parte del éxito de este Atlético tiene que ver con su estado anímico.
Hasta la llegada de Simeone, sobre el vestuario pesaba su facilidad para
resquebrajarse al mínimo soplo de aire en contra. En el año que lleva
al frente, Simeone nunca ha perdido de vista ese defecto que aplastaba
al plantel. Con la Copa como un objetivo prioritario y conquistable por
un cuadro favorable, la alineación que ayer dispuso el técnico argentino
tuvo mucho que ver con el temor a un descalabro. La eliminación hubiera
sido un duro golpe de digerir. Traía el Atlético una renta de tres
goles y salió con Courtois, Juanfran, Miranda, Mario Suárez, Arda y
Falcao, medio equipo titular más Cata Díaz, Raúl García y Cebolla
Rodríguez, tres primeras opciones en las rotaciones de su entrenador.
Ese once le dio al Atlético para ser el dueño del partido y no verse
apurado en ningún momento por el Getafe, sobre todo porque se quedó con
10 a la media hora del encuentro. Pero la necesidad de goles inclinó a
Luis García a disponer de dos cazagoles arriba, Álvaro Vázquez y
Alcácer. Dos futbolistas que necesitan de juego a sus espaldas que
alimente su instinto. Nunca lo tuvieron porque los del Atlético se
emplearon con la seriedad que les demandó su técnico. Ejercieron esa
presión tan incómoda para los rivales que tantos réditos le ha dado en
la Liga y se adueñaron de la pelota. La posesión no desembocó en gol,
pero no por falta de ocasiones. Falcao tuvo un par, Cebolla también y
Diego Costa la más clara en la segunda parte.
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