martes, 28 de mayo de 2013

Niños superdotados

"Niños superdotados"




EL MUNDO DE LA SUPERDOTACIÓN INTELECTUAL

Ser un niño con altas capacidades es mucho más que poseer un cociente intelectual elevado. Se trata de una condición compleja, que suele ser temida, envidiada y casi siempre mal entendida. La mayoría sueñan con ser como el resto y terminan por invisibilizar su talento o, en algunos casos, fracasar en el colegio. La clave para evitarlo es ayudarles a desarrollar su potencial.
Cociente intelectual mayor de 130, creatividad, persistencia en las tareas, gran capacidad de influir en la gente. Clínicamente, estas son las características básicas que definen a una persona superdotada. Sin embargo, en la vida diaria esta ‘cualidad’ implica mucho más.
“En principio son niños que tienen una situación neurológica normal, sin ningún antecedente de enfermedad previa”, explica a SINC Pedro de Castro, neurólogo infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. “Pero una vez que se establece la capacidad intelectual por encima de la media, hay que valorar otros factores que se asocian con frecuencia, como problemas depresivos o de integración social”.
Como bien señala Alicia Rodríguez, presidenta de la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), “no tener un hijo dentro de la media supone tener que informarse de sus perfiles, como lo tendríamos que hacer con cualquier otra diferencia, como la celiaquía o la diabetes, y así ayudarle para un desarrollo dentro de la mayor normalidad, donde se encuentre identificado con el conjunto”.
Sin embargo, algunas familias viven esta condición con ansiedad, no como un premio o un ‘valor añadido’ de su hijo. No saben si le están atendiendo adecuadamente, si necesita más o le exigen demasiado. Los expertos coinciden en que los niños superdotados primero deben ser tratados como niños, y luego, de acuerdo con su capacidad innata.

ETAPAS EN LA SUPERDOTACIÓN

El desarrollo de las capacidades intelectuales del superdotado se puede dividir en tres etapas cruciales:

   Infancia 
 
El bebé superdotado no es como los demás niños de su edad. Muestra gran precocidad en el aprendizaje y en la interacción con el entorno.
Son muy sensibles y responden antes que un bebé normal a los estímulos tanto visuales como auditivos. Su desarrollo comunicativo es prematuro. Lo que sí se aprecia es un mayor uso de formas interrogativas, fruto de su gran curiosidad.
Durante esta etapa el niño suele mostrar una amplia capacidad para realizar gran cantidad de trabajo al que dedicará mucho tiempo y esfuerzo. También mostrará mayor competitividad con todos sus iguales en el campo del talento con un gran afán de ser el mejor y habilidad para aprender con rapidez nuevas técnicas relacionadas con su talento. La familia es muy importante para que el bebé desarrolle su capacidad intelectual.

Adolescencia



Este periodo no es fácil para la vida de una persona, y se complica aún más cuando hablamos de los superdotados porque es una etapa de grandes transformaciones.
Las capacidades cognitivas cambian y los jóvenes reflexionan sobre sus propios pensamientos, tienen opiniones sobre conceptos relacionados con los valores sociales y morales cada vez más concretos y afianzados.
También en este periodo el papel de los padres es crucial, ya que la falta de interés de los progenitores por el trabajo de sus hijos puede generar que el rendimiento de los superdotados baje, así como la falta de seguridad en ellos mismos. Deben de tener libertad para tomar decisiones y cierta independencia.

Madurez

El superdotado que ha conseguido un nivel de formación apropiada suele conseguir un buen puesto de trabajo, normalmente de especialista. Es corriente que trabaje aislado pero que sea valorado por sus compañeros por su alta capacidad para resolver problemas o realizar un trabajo de alta calidad.
El alto coeficiente intelectual no es garantía de éxito en la vida y tampoco exige que el superdotado tenga que optar por una profesión determinada y ser físico, matemático o ingeniero aeroespacial. Hay profesionales con una capacidad intelectual excepcional en todos ámbitos laborales. El superdotado debe desarrollar su inteligencia acorde con sus circunstancias personales y profesionales con el fin de conseguir su bienestar.

Los superdotados y sus intereses:
Características negativas:
Características positivas:
Tener falta de entusiasmo por algunas o bastantes actividades escolares. Críticos con los valores y enseñanzas de esta.
Cuando algo les interesa, son innovadores y originales aunque se muestren impacientes y poco dispuestos a perseverar en las etapas intermedias.
Desarrollar un humor, en general, es corrosivo y tienen una percepción irónica de las debilidades ajenas.
Aprender nuevos conceptos con rapidez, siendo capaces de plantear problemas y solucionarlos con ingenio.
Hablar bien, pero sus trabajos escritos son pobres e incompletos.
Ser capaces de plantear preguntas inquisitivas o provocativas, siendo muy conscientes de los problemas de las personas y de la vida en general.
Ser intranquilos, inquietos, poco atentos o fáciles de distraer, a menudo es el origen de las travesuras y de las bromas.
Ser muy perseverantes si están suficientemente motivados y pueden presentar un rendimiento elevado en alguna área.
Estar absortos en su mundo particular. Matan el tiempo sin hacer nada o distrayendo a sus compañeros.
Mostrarse innovadores en sus respuestas a preguntas abiertas. Sabios y conocedores de los asuntos de sentido común y de la vida real.
Mostrarse amigables con los alumnos mayores, buscando deliberadamente su compañia.
Ser perspicaces en las discusiones sobre las motivaciones de la gente, sus necesidades y debilidades.
Ser emocionalmente inestables, muy propensos a la melancolía y al mal humor, parecen frustrarse con facilidad y tienen poca consideración hacia los demás.

Ser exteriormente autosuficientes y aparentemente indiferentes o despreocupados por las normas.

Tener una asistencia irregular a clase, pero son capaces de seguir el ritmo de otros niños.

Manifiestar una actitud defensiva, y ser muy astutos en sus argumentos y autojustificaciones.





¿El superdotado nace o se hace?

Entendemos que este estado intelectual específico no es una capacidad estática ni un regalo de la naturaleza, sino el producto de la interacción entre los factores innatos (genéticos) y el entorno (cultura, aprendizaje, experiencia, familia, amigos) que envuelve al sujeto, lo cual supone afirmar que el superdotado nace y se hace. En función de ello, en la concepción inicial han de ser incluidos los marcos sociales de la familia, el colegio y los compañeros para llegar a la consideración actual de que la superdotación puede y debe ser educada y desarrollada en su plenitud.

Características

Desde que son muy pequeños, los niños superdotados pueden mostrar una serie de características típicas, fácilmente detectables por la familia:

1) Suelen ser niños precoces para andar, hablar y leer.
2) Tiene una excelente memoria.
3) Muestran una insaciable curiosidad.
4) Se cuestionan, precozmente, temas abstractos como: la muerte, Dios, el tiempo, el hambre, etc.
5) Su capacidad de concentración es muy alta para la actividad elegida.
6) Prefieren el trato con adultos.
7) No aceptan la autoridad sin un razonamiento profundo, y menos si la figura que representa la autoridad no tiene valor para él.
8) Tienden a inventarse normas y juegos nuevos.
9) Tienen dificultades para relacionarse con los niños de su misma edad.

Conviene tener en cuenta que no todos los niños superdotados han de mostrar absolutamente todas las características que normalmente se les atribuyen, y que hay niños que no son superdotados que pueden llegar a mostrar algunas de ellas.

Un peligro en el que habitualmente se cae a nivel escolar a la hora de identificar a los superdotados y es un error muy frecuente de los padres y maestros: el superdotado nunca será el alumno que mejores notas saca o el que mayor rendimiento obtiene en los aprendizajes. Ése, en todo caso, será un talento académico. Por ello, los superdotados dentro del aula escolar suelen pasar desapercibidos. O, incluso, ser catalogados como niños problemáticos en su conducta o en el manejo de sus emociones. Estos niños suelen tener problemas de comportamiento porque se aburren y buscan otros entretenimientos, además suelen cuestionar la autoridad, los valores tradicionales o pueden resistirse a realizar actividades que ellos no consideran importantes ni relevantes. En la población infantil escolarizada las proporciones que, aproximadamente, se dan son: el 5 % es un talento creativo-artístico, el 5 % posee talento académico y cerca del 2 % de la población es superdotada.

Para los padres...

Un niño superdotado no es ningún sabelotodo, ningún pitagorín, ningún monstruo... es un niño como otro cualquiera, pero que tiene unas necesidades educativas diferentes. Sin embargo, diferentes o no, hay que atender esas necesidades de una forma adecuada. Lo más conveniente es motivar –que no obligar– al niño a aprender proveyéndole de material conforme lo vaya pidiendo, y siempre respetando sus gustos. No hay nunca que olvidar que un niño con altas habilidades cognitivas tiene unas características especiales, y que estas características varían en cada uno en función de sus diferencias individuales. Por consiguiente, cada niño presenta, según sus características cognitivas, emocionales y sociales unas necesidades únicas que requieren una respuesta individualizada en los ámbitos donde éste se desarrolla.
A nivel intelectual, debemos darles lo que nos pidan, pero no más. Todas sus demandas han de ser contempladas y satisfechas, pero no caigamos en la trampa de querer estimular en exceso sus capacidades, puesto que el objetivo como padres es criar y ayudar al positivo desarrollo de todas sus capacidades globales, fomentando su autoestima, no la de crear «super-niños» o «monstruitos» intelectuales. 

 

Diferenciar la superdotación 

Quizás uno de los primeros retos a los que se enfrentan los maestros con estos niños es diferenciar el concepto de superdotación de otros estados parecidos.


Hay niños que denominamos “talentosos” o “con talento”. Ello hace referencia a la posesión de una gran capacidad para destacar en algún tema o área de interés concreto (lenguas, matemáticas, música, etc.). No obstante, estas habilidades quedan restringidas a dichas áreas y, por tanto, sería un estado diferente a la superdotación.

Hay también alumnos “brillantes”. Son niños estudiosos, aplicados, que no dan un problema y que cursan sus estudios con una buena media.Estos niños solamente poseen un tipo de talento (el académico), mientras que el verdadero superdotado puede pasar fácilmente inadvertido (especialmente en grupos de 20 o 30 alumnos) al presentar una serie de conductas disruptivas (inatención, desmotivación, aburrimiento e incluso fracaso escolar) que mal entendidas nos pueden negar la evidencia.

Finalmente hay niños “precoces” que en un momento dado de su ciclo madurativo logran anticiparse a ciertos hitos evolutivos. Así, hay niños que empiezan a andar o hablar antes, que se inician en la lectura anticipadamente.


Técnicamente hablamos de superdotación cuando un niño/a tiene un CI (Cociente de Inteligencia evaluado por un especialista) igual o superior a 130. No obstante, siendo ésta una condición necesaria no es suficiente ya que el niño superdotado tiene que presentar una serie de características cognitivas y de funcionamiento escolar y social.
 


Algunas pistas para identificarlos en clase
Las características que se muestran a continuación comprenden los elementos más comunes en esta población. No obstante no tienen por qué presentarse todas y en la misma intensidad. 

Aspectos positivos:
·         Gran capacidad para efectuar razonamientos lógicos, en especial con material abstracto.
·         Alto grado de interés y curiosidad por todo lo que les rodea.
·         Amplio vocabulario. Gran capacidad de expresión verbal y argumentación.
·         Excelente memoria semántica y procedimental.
·         Extraordinaria habilidad para hacer un uso efectivo de gran cantidad de información.
·         Suelen tener la necesidad de profundizar en los temas de su interés y recuren a libros, enciclopedias, internet u otros para saciar su curiosidad. Pueden agobiar a los maestros con excesivas preguntas y parecer pedante.
·         Rápido aprendizaje de las materias. Pueden empezar a leer antes de los tres años sin ayuda. Gran facilidad para aprender lenguas extranjeras.
·         Muy perfeccionistas y autocríticos con su progreso lo que les lleva a frustrarse con frecuencia.
·         En la escuela pueden aburrirse con facilidad por lo que pueden mostrarse distraídos u absortos en su mundo.
·         Pueden cuestionar las instrucciones recibidas de los maestros si no las ven justas o adecuadas. Desobediencia.
·         Exige demasiado a él mismo y a los demás. Se siente insatisfecho.
·         No le gusta que le interrumpan cuando algo es de su interés.
·         Pueden utilizar su peculiar sentido del humor para atacar verbalmente a otros de forma contundente.
·         No suelen soportar muy bien las pruebas bajo presión del tiempo. Cuando están absortos en sus áreas de interés pierden fácilmente la noción del tiempo y suelen frustrarse cuando se les indica que deben pasar a otra cosa.
·         Su rendimiento académico puede estar muy por debajo de su potencial.



Necesidades educativas de la superdotación

A) El superdotado es un niño con necesidades educativas especiales. 
La mayoría de asociaciones de padres de este colectivo son tremendamente críticas con el estado actual de la situación. Parte del problema deriva de un modelo educativo demasiado inflexible, que no prioriza las altas capacidades, que no cuenta con recursos para la detección temprana ni de adaptaciones curriculares adecuadas para este colectivo.
 
B) Necesidades en el aula
El profesor del aula ordinaria no debería olvidar algunas de las necesidades específicas que precisan estos niños y en la medida de lo posible implementarlas:
1)Nivel psicológico:
Proporcionarles un entorno intelectualmente dinámico. Combatir el posible aburrimiento en determinadas materias a base de facilitar que los compañeros y él mismo pueda intervenir de alguna manera sobre los contenidos y no sean meros agentes receptivos.
2) A Nivel social: 
 
 
El principal reto consiste en conseguir que se sientan integrados y aceptados en clase. 
Puede resultar útil plantear dinámicas de grupo en los que se hable de determinados temas y se ponga de relieve el respeto a la diversidad de opiniones y la riqueza que eso supone como parte del funcionamiento social humano.
3) A nivel intelectual: 
Introducir una enseñanza individualizada en las materias específicas en las que superan a los demás compañeros, adaptando sus programas para que puedan contar con un ritmo más rápido, asignaturas especiales u opciones alternativas.  
Estos niños no siempre deben liderar todos los grupos y situarse al frente de las decisiones, sino que deben también aprender a asumir otros roles como parte fundamental de su desarrollo e integración social. Para ello se puede introducir actividades de interacción en grupo que desarrollen la capacidad social y la capacidad de liderazgo, pero también, actividades que fomenten el aprendizaje cooperativo.
 Uno de los peores enemigos de estos niños en el aula es la monotonía y la rutina con poco espacio para poder participar o aportar nada.  
Opciones y estrategias educativas  
Hay que matizar que en la práctica suelen adoptarse una combinación de ellas y que, en todo caso, no son excluyentes, sino que se adoptan unas u otras en función de los recursos disponibles y las características del niño y su entorno.  

A) La aceleración
Durante años ha sido la respuesta más utilizada para dar respuesta a las necesidades del colectivo. La aceleración consiste en avanzar el ritmo de aprendizaje situando al niño un curso más adelantado.
Otra forma de aceleración sería la admisión en la escuela a una edad más temprana de lo estipulado teniendo en cuenta las características del niño.
Finalmente, también puede plantearse la aceleración en términos de asignaturas en lugar de cursos, adaptándolo a las características del niño.
B) El agrupamiento  
Consiste en agrupar a los niños con altas capacidades en grupos dentro de un mismo centro  o hacerlo en centros especializados donde se llevan a cabo programas adecuados a sus capacidades y destrezas.
Estas estrategias han sido, con frecuencia, vistas o consideradas (al menos en España) como una forma de segregación contraria a las políticas de integración. La legislación española establece que los alumnos superdotados deben estar escolarizados en centros ordinarios y no se admite la posibilidad de Centros Educativos Especiales para ellos.
Otros recursos interesantes para estos niños lo constituyen algunos cursos de fin de semana y campamentos de verano que se organizan específicamente para este colectivo. En ellos encuentran compañeros de sus mismas características y pueden compartir experiencias. 
C) El enrequecimiento
La opción más desarrollada recientemente, como soporte a las necesidades de los superdotados en la escuela, es mantenerlos ubicados en sus clases habituales, junto con el resto de compañeros pero elaborando un currículo cualitativamente diferente que se adecue a sus necesidades. 
Mediante esta estrategia, la motivación del alumno superdotado suele aumentar ya que es él mismo quien marca su ritmo de trabajo, al menos en los contenidos extendidos.
Esta estrategia es la más utilizada en el sistema educativo español y presenta bastantes ventajas tanto para el propio alumno como para sus compañeros y profesores.
 
 
D) Otras estrategias
Destacamos las Tutorías que consiste en responsabilizar al superdotado del rendimiento de un niño de capacidad inferior, de manera que se incentiva la adecuación al nivel de lenguaje y conocimientos de éste. También una mayor comunicación con el resto de sus compañeros y una mejor aceptación por parte del grupo de iguales.

el Homeschooling que aunque no se contempla en la actualidad en España, sí se hace de forma bastante extendida en Estados Unidos. Muchos de los niños que han optado por este sistema se debe al hecho de que el sistema escolar tradicional no ha funcionado para ellos de manera que sus necesidades especiales no pudieron ser cubiertas.
Esta opción consiste en recibir en casa una educación individualizada y ajustada a las peculiaridades de cada niño. De esta forma se pueden introducir, según necesidad, otras estrategias.También se añaden programas para la participación en problemas de la vida real.
Evidentemente la principal objeción es el aprendizaje fuera del contexto de grupo. Igualmente los costes de esta enseñanza deben ser, en gran medida, asumidos por la familia. No obstante, en algunos casos, puede ser una buena elección y saben combinar los diderentes programas.
Altas capacidades y fracaso escolar
¿Puede tener fracaso escolar un niño superdotado?

La respuesta es completamente afirmativa. El superdotado que sufre fracaso escolar y/o bajo rendimiento, tiene con frecuencia, grandes sueños de ser famoso, estrella del deporte o de la música, etc, no obstante, no ha aprendido la disciplina o la forma idónea para alcanzar tales retos.  
El superdotado con problemas escolares suele tener, además, una serie de hábitos negativos que han desarrollado para proteger, en ocasiones, su frágil autoconcepto. Es habitual encontrarnos con niños que consciente o inconscientemente manipulan a los adultos en sus vidas, tanto a los padres, como a los profesores. De esta forma se sienten protegidos a corto plazo y pueden evitar así asumir ciertos retos académicos o sociales.   
La evolución de estos niños dependerá en gran medida de la detección temprana del problema, de la implicación de los diferentes agentes educativos y sociales, las características del propio niño y de la estabilidad, dedicación y recursos de sus padres y familiares.


 
 


 

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