Cuando
tenía seis meses, los médicos le dijeron a sus padres que no podría
ni caminar ni hablar
El
mundo de la medicina está sorprendido ante el caso de un niño de
cuatro años que sufre una enfermedad llamada encefalomalacia
quística, la
cual genera
que la mitad del cerebro no se desarrolle
completa y normalmente.
Cuando tenía
seis meses, los médicos detectaron esta anomalía en Jake Gladstone
y le informaron a sus padres que el pequeño no podría caminar ni
hablar.
Más
allá de esto, hoy en día el niño se muestra espléndido. "Es
sencillamente increíble", dice con gran alegría su madre,
quien confesó que al conocer la enfermedad a ella y su esposo se les
vino una profunda tristeza.
Más
allá de que todo funciona normalmente, Jake debe estar vigilado
continuamente y necesita ayuda para alimentarse y vestirse.
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