Con sabor amargo.
El buen partido del Córdoba en la Nova Creu Alta no le permitió, sin embargo, hacerse con los tres puntos en juego. Por eso, las sensaciones tras el empate son agridulces dada la ambición con la que afrontaba la expedición este encuentro ante el Sabadell.
Las
cosas empezaron muy bien para los de Rafael Berges. Enzo Renella en el
minuto 7 adelantaba a los blanquiverdes batiendo a Nauzet, que rechazó
su primer disparo pero no pudo atajar el segundo. Era el justo premio al
buen arranque de los visitantes.
El Sabadell trató de despertar, pero el
Córdoba era dueño y señor del encuentro y Pedro tuvo en sus botas una
segunda oportunidad que envió alto.
Mediada la primera parte, los
arlequinados dispusieron de su primera gran oportunidad en un disparo de
Hidalgo que desvió un colosal Alberto García. La ocasión incentivó aún
más a los catalanes, que tuvieron -ya en la segunda parte- otra clara
oportunidad por mediación de Collantes que también desbarató Alberto
Ya en el tramo final de encuentro Joselu,
después de una gran jugada de ataque de toda la vanguardia
cordobesista, tuvo en sus botas en 0-2. Una acción que fue preludio,
paradójicamente, del 1-1 final obra de Uli Dávila en un disparo
ajustado.
El empate enardeció a los cordobesistas,
que obtuvieron incluso un postrero gol anotado por Joselu, pero que fue
anulado por el colegiado vasco Vicandi Garrido al entender que el
atacante onubense estaba en fuera de juego.
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