ESTRENO DE "EL HOBBIT"

Sesenta años antes de que su sobrino Frodo se embarcara en su grandiosa y terrible travesía, Bilbo se encuentra viviendo una vida feliz y pacífica en su acogedora casa en Hobbiton, un pueblo basado en el comercio. Como todos los de su especie, ama su casa y no sabe mucho del mundo que se encuentra más allá de la comarca. Solo sabe lo que dicen sus libros.
Sin embargo, la cómoda vida de Bilbo se ve agitada con la llegada de Gandalf, que tiene planes ambiciosos para el desprevenido hobbit. Gandalf eligió aconsejar y acompañar al señor de los enanos, Thorin, en su misión a los páramos de la Montaña Solitaria para recuperar Erebor, el reino perdido y tierra natal de su tribu que fue atacada y conquistada por el dragón Smaug.

En busca de un ladrón
Gandalf piensa que Bilbo es una parte importante del rompecabezas –su arma secreta para cuando lleguen, si es que llegan, a Erebor–. “Gandalf, que está aconsejando a los enanos sobre estrategia y tácticas, piensa que necesitan a un ladrón”, explica Jackson. “Alguien que pueda entrar en Erebor y pasar inadvertido ante el dragón Smaug. A Gandalf le agrada la idea de un hobbit porque los dragones no conocen su aroma”.
Para Bilbo, que nunca ha robado nada, la noticia es nueva. Sin embargo, habiendo conocido a Bilbo de niño, Gandalf cree que es el hobbit para este trabajo. Antes de que Bilbo sepa con precisión lo que sucede, encuentra su pequeño hoyo hobbit llenándose de enanos. Finalmente aparece su líder en la puerta –el legendario guerrero enano, Thorin, descendiente directo del linaje de Durin, los reyes enanos de Tierra Media. También es un rey en espera del trono de Erebor, que fue testigo de la destrucción del reino después del terrible ataque de Smaug, tras el cual perdió tanto a su padre, Thráin, como a su abuelo Thrór. Guapo, majestuoso y alto para ser un enano, Thorin es un líder valiente, merecedor de respeto.
Después de que los enanos invaden su casa, vaciando su alacena para realizar un festín y terminando la comilona con una enorme pelea, Bilbo comienza a entender lo que Gandalf y Thorin esperan de él: que se una a ellos en un viaje largo y peligroso. Gandalf muestra una llave y un mapa antiguo que podrían revelar una entrada secreta a la Montaña Solitaria, donde espera el reino subterráneo de Erebor.